Santiago, 20 de octubre de 2025.
La conservación de especies de flora y fauna silvestre ex situ, abarca su preservación fuera del hábitat natural, contemplando la aplicación de una amplia variedad de recursos, técnicas e infraestructuras especializadas que contribuyen a la recuperación y sobrevivencia de individuos o poblaciones fuera de su hábitat. El objetivo principal de la conservación ex situ es reducir la probabilidad de extinción y desaparición de especies endémicas, con tal de poder reestablecer poblaciones en nuevos hábitats naturales.
En el sector de Pantanillo, Región del Maule, se llevó a cabo la plantación de 1.500 ejemplares de Roble de Santiago (Nothofagus macrocarpa), especie considerada amenazada y endémica de Chile central.

La iniciativa forma parte del proyecto “Conservación y Restauración de las especies amenazadas de Nothofagus de América del Sur”, desarrollado por la Universidad de Concepción y la Universidad de Chile, con apoyo del Instituto Forestal (INFOR).
Los ejemplares provienen de semillas recolectadas en cuatro localidades (Alto Huemul, El Cobre de Loncha, Cerro El Roble y Parque Inglés), que fueron propagadas en vivero por el Instituto Forestal (INFOR) y entregadas al Laboratorio de Ecología de Paisaje (LEP) de la Universidad de Concepción, luego trasladadas al predio experimental “Dr. Justo Pastor León” de la Universidad de Chile. Cabe destacar que los ejemplares están identificados por procedencia y árbol semillero. Esto permitió que individuos de una misma procedencia y semillero fueran repartidos en distintos cuadrantes de manera de que estén lo más alejados posible entre sí, disminuyendo así la endogamia y aumentando la variabilidad genética cuando, a futuro, comiencen a producir semilla.

El trabajo incluyó preparación de terreno, construcción de casillas, instalación de tutores, riego, fertilización y protección de cada planta frente a fauna, tales como roedores, lagomorfos, animales mayores y radiación solar. Para favorecer su sobrevivencia, se utilizaron arboles como nodrizas y cubiertas de malla raschel en los sectores más expuestos a radiación.
Se espera que este ensayo ex situ contribuya a preservar la especie fuera de su área natural de distribución y genere información valiosa para futuras estrategias de restauración ecológica.
Los especialistas recomendaron monitorear el estado de los ejemplares durante el verano, asegurar riegos de mantención y prevenir daños por ganado y fauna menor.
Beneficios de la plantación ex situ:
Asegurar la supervivencia de la especie.
Preservar el material genético y germoplasma.
En Asemafor, esta acción refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad. Nuestro trabajo no se limita al mantenimiento convencional, sino que apunta a recrear a ciclos naturales y orientados a recuperar los aportes de los ecosistemas en cada proyecto.